Tras el sabor agridulce que me dejó la primera entrega de El Hobbit he de decir que esta Desolación de Smaug ha sobrepasado todas mis espectativas siendo muy divertida
y adictiva.
En esta nueva entrega vemos varios cambios sustanciales respecto a su antecesora: tiene mas ritmo, mas historia, no mete tanta "paja" y prepara el camino para lo que se prevé una tercera parte memorable.
Las secuencias son espectaculares y están rodadas al detalle, acompañadas, como suele ser marca de la casa, por una excelente fotografía, unos efectos fabulosos, una banda sonora a la altura, unos decorados magestuosos y unas actuaciones estupendas, destacando por un lado Martin Freeman, Richard Armitage y Luke Evans y por otro Evangeline Lilly, que roba cada escena en la que aparece.
No quiero olvidar dos cosas: la vuelta de un digitalizado pero genial Legolas y el excelente dragón Smaug, temible e increíble creacción a la altura del Gollum que desde el primer momento que aparece se hace amo y señor del film.
Como conclusión, decir que se trata de una segunda entrega muy sobresaliente y que te deja con muchas ganas de mas, una pena la espera.
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