miércoles, 26 de julio de 2017

DUNKERQUE

Dunkerque es angustia, tensión, miedo, esperanza, horror, desesperación, supervivencia, pero sobre todo es silencio, nunca en una película tuvo tanta importancia el sonido o la ausencia de él.

La casi ausencia de diálogos en muchos momentos del film, acompañado por la portentosa partitura de Hans Zimmer, hacen del film de Nolan un ejercicio de visionado casi obligatorio en pantalla grande... muy grande.

El ruido de las balas, el estruendo de las bombas, el vuelo de los aviones de combate, todo, todo, esta magnificado al máximo para crear una sensación de verosimilitud que asusta, solo vi algo parecido en las playas de Normandía cuando Spielberg nos metió de lleno en el horror en Salvar al soldado Ryan.

Las interpretaciones son perfectas, desde los actores conocidos (lo de Tom Hardy es de nota) a los casi debutantes, el montaje, santo y seña del director, vuelve a darnos una lección de arte, como cuenta esas tres historias en paralelo, a distinto tiempo, tierra, mar, aire, es una verdadera obra de orfebrería, y un ejemplo de que en el cine actual también se puede sorprender sin perder ese aire a cine clásico.

Como he afirmado antes, tanto la música de Hans Zimmer, como el guión del propio director y la fotografía de Hoyte Van Hoytema, brillan con luz propia en esta, para un servidor ya, obra maestra.

Como el cineasta consigue emocionarnos, hacernos sufrir, temblar, sobrecogernos... esta en manos de muy pocos. Lo reafirmo QUE GRANDE ES EL CINE

jueves, 13 de julio de 2017

LA GUERRA DEL PLANETA DE LOS SIMIOS

Si tengo algo claro después de ver esta Guerra del planeta de los simios es que estamos ante un perfecto colofón a una de las mejores trilogías que se han realizado en los últimos años, y que el título es un error; esta no es una película de guerra.

Podríamos decir que es un western crepuscular que aborda temas tan intensos como la venganza, el drama, la libertad y la búsqueda de un lugar mejor donde conseguir por fin vivir en paz.

 Todo ello en un mundo decadente, donde el único atisbo de humanidad y sentido común reside precisamente en los no humanos: unos simios asombrosos.

El aspecto técnico y visual ha crecido desde aquel Origen hasta esta Guerra de una manera increíble, es imposible distinguir entre lo real y lo digital y el trabajo del gran Andy Serkis es impecable, dota de una personalidad, un poso, una cantidad tan inmensa de sentimientos a su personaje, que uno no dudaría en darle cualquier premio interpretativo que se nos ocurra, César es el triunfo de algo que nos da miedo a muchos cinéfilos, la combinación perfecta de tecnología y talento y el hecho del que el uso acertado y con sentido de dicha tecnología solo puede traer parabienes al séptimo arte.

El resto del cásting está más que correcto, desde los humanos con un gran Woody Harrelson y la pequeña Amiah Miller hasta los simios, donde destacan Karin Konoval como el profundo e inteligente orangután Maurice y el nuevo incorporado chimpancé interpretado por Steve Zahn.

El film te llega muy dentro, es imposible no emocionarse, no sentir compasión, rabia, dolor e ira, todo lo que transmite es tan real que es admirable.

Otro dato muy a tener en cuenta es como el director cierra la trilogía y deja enlazada la historia con el Planeta de los simios original, encajando todos los cabos y todas las preguntas que podrían surgir de una manera muy inteligente.
Si te gustaron sus antecesoras no dudes en acabar la historia, no te decepcionará, eso si, lleva pañuelo.

martes, 4 de julio de 2017

COMANCHERÍA

Dos hermanos se dirigen al oeste de Texas para realizar una serie de robos en unas pocas sucursales bancarias. Un veterano Ranger de Texas y su compañero irán tras la pista de los atracadores.

Siempre es un placer encontrarse en la gran pantalla a un actorazo como Jeff Bridges, más aún en estos últimos años, donde el poso del talento y la serenidad de los años le dan un empaque enorme, verle en "Corazón rebelde", "Valor de ley" o esta "Comanchería" es un  regalo para los ojos, y si encima es en un western moderno, de lo más clásico y áspero, estamos de enhorabuena.

Lo único malo que tiene el film de David Mackenzie es el ridículo título que le han puesto en nuestro país, del "Hell or High Water" original (algo así como "Contra viento y marea") se han sacado de la manga este "Comanchería"....en fin..

Lo mejor de todo es que ésto es, como he dicho antes, lo único malo, el resto es magnífico, desde las interpretaciones de todo el casting, (grandes Chris Pine y Ben Foster), una gran fotografía donde brillan esos grandes desiertos y áridas ciudades fronterizas, pasando por un guión sólido, con un gran dibujo de personajes y acabando con una dirección de Mackenzie sobria, contundente y seca.
De lo mejor del año, sin duda.

DÉJAME SALIR

Un joven afroamericano visita a la familia de su novia blanca, un matrimonio adinerado. Para Chris y su novia Rose ha llegado el momento de conocer a los futuros suegros, por lo que ella le invita a pasar un fin de semana en el campo con sus padres, Missy y Dean.


Lo que comienza como una versión moderna de 'Adivina quién viene esta noche' (Stanley Kramer, 1967), acaba siendo uno de los mejores thrillers que he visto en mucho tiempo.


El actor Jordan Peele sorprende de sobremanera en su debut, con una mezcla de estilos bajo un fondo racial, estilos que transitan sin estridencias entre varios géneros magistralmente.


Estamos ante una película en la que la premisa "no saber nada de antemano", es básica.
Déjame Salir es una auténtica joya de suspense y tensión, una obra de orfebrería perfecta, donde todo esta medido y milimetrado, consiguiendo que encaje sin fisuras. Todo, desde las interpretaciones, notables Allison Williams, Catherine Keener y Bradley Whitford, y sublime Daniel Kaluuya, el guión, la puesta en escena, la música, todo, como digo, todo es perfecto.

Hasta los pequeños retazos de humor hacen más grande Déjame Salir. Si buscas una de las películas del año, sin duda ésta es tu elección.