martes, 21 de diciembre de 2021

SPIDERMAN. NO WAY HOME

 


Muchas veces cuando una película crea tanta expectación suele acabar en decepción. Por suerte "Spiderman. No Way Home", se sale de esta norma. Y sobrepasa con creces todo lo esperado.


El tercer film del trepamuros de Tom Holland es, sin duda, el mejor, el más maduro, adulto, sorprendente, espectacular y, sobre todo, emotivo.

Jon Watts ha sabido hurgar en el corazoncito de los fans de la saga, ojo, de la saga desde el principio, desde el Spiderman de Raimi y lo ha hecho con mucha honestidad y sabiendo donde acertar, por ejemplo, es maravilloso estar en una sala donde se aplaude a lo largo del metraje y no solo al final.
En el apartado técnico nada que objetar, la película supera con creces todas las expectativas y visualmente es un disfrute, tan espectacular, como se podría esperar.
Pero donde el film se multiplica por mil y te gana para siempre es con el elenco de apariciones. Es tan alucinante como sorprendente, con un dato muy importante: cada una de estas apariciones/regalo tiene protagonismo e importancia y no son solo una mera aparición. Es de destacar en este caso el guion de Chris McKenna y Erik Sommers que es una verdadera obra de orfebrería.
"Spiderman. No Way Home" te emociona, te asombra, te divierte y si, te hace llorar, acabando con una enorme sonrisa al final, sabiendo que, quizá, hayas visto la mejor película sobre el personaje de Stan Lee hasta la fecha.