Asombro y agradecimiento. Esas son las dos palabras que me surgen después de ver esta absoluta obra maestra que el gran Alfonso Cuarón nos ha regalado.
Asombro porque hoy en día es muy difícil encontrar una película como esta, un film que desde que empieza hasta que termina no deja de demostrarte que, con todo lo que se ha realizado, aún hay directores que consiguen llevarte de la mano durante hora y media a una aventura impresionante, diferente y apasionante.
La cámara de Cuarón nos muestra el espacio como nunca antes lo habíamos visto, siendo a la vez preciosista y angustioso, con unos casi imposibles planos secuencia que por momentos te llevan a la odisea de Kubrick, apoyado por el gran Emmanuel Lubezki que nos demuestra que es unos de los mejores directores de fotografía de la actualidad.
El diseño de sonido es otra de las grandes bazas del film apoyando cada escena de una manera exquisita y realista. Los efectos visuales son impresionantes, llevándote con cada detalle al asombro.
Todo esto se vendría abajo si el trabajo de los dos actores que nos acompañan en esta aventura no estuviera a la altura, pues bien, gracias a ellos la película es aún mas grande. George Clooney esta estupendo en un papel hecho a medida, carismático y encantador a partes iguales... por otro lado tenemos a Sandra Bullock: gracias a ella Gravity roza la perfección, su papel es asombroso, transmite todas las sensaciones de una manera tal que hace que lo vivas en primera persona. No se si estará este año en las quinielas de los Oscars, pero si es así, este año es el año de Sandra Bullock, sin duda.
Y ahora viene el agradecimiento: agradezco a Alfonso Cuarón el regalo que nos ha dado, agradezco que muy de vez en cuando aparezca una película como esta que me hace amar tanto este arte llamado cine... gracias.
