jueves, 25 de agosto de 2016

INFIERNO AZUL

Desde que el dios Spielberg nos regalará la mejor película sobre tiburones que se he ha realizado han sido innumerables los títulos que sobre la misma trama nos han ido llegando desde aquellos primeros años 70: tenemos secuelas irrisorias, algún film entretenido aunque con mucho exceso de cgi (Deep blue sea) y mucha basura.

Pues bien, tiene que venir un director español para volver a poner al gran escualo blanco donde se merece: en un gran film.

Infierno Azul es un producto perfecto para el que busca lo que promete: tensión, suspense, gran
fotografía y unos protagonistas a la altura de la película.
Digo protagonistas porque son dos (bueno tres je je) los que nos acompañan en esta playa maravillosa:
por un lado una estupenda Blake Lively, que hace que te metas en su piel con una interpretación sobria y llena de tensión sin necesitad de histrionismos ni exageraciones y por otro el temible y enorme tiburón blanco que la asedia, Collet-Serra que es un experto en esto del suspense sabe como administrarnos al escualo, enseñándonoslo poco a poco, un crescendo perfecto pero atemorizante desde que Nancy se mente en el agua hasta el trepidante final...

Ah! se me olvidaba, el tercer protagonista es esa compañera de nuestra sufrida protagonista que la acompaña durante gran parte del metraje (¿quizá algún recuerdo al Naúgrafo de Hanks?).
La fotografía es preciosa, tanto las imágenes aéreas como las de surf son de una plasticidad y belleza
absolutas, y cuando se trata de filmar escenas subacuáticas la claridad y visibilidad son pasmosas, así como
la mezcla de imagen real y cgi que no chirría en ningún momento.
Si hablamos de homenajes es inevitable el recuerdo a Jaws, sobre todo por la importancia de la baliza o el asedio del tiburón constante.

El argumento ya lo sabemos, pero el tempo que marca el director catalán, el suspense, la tensión y la maestría que demuestra en los 86 minutos de metraje hacen de Infierno Azul un ejemplo de como saber tratar el género.

Si le quieres buscar pegas, se las encuentras, claro, podemos hablar de la inverosimilitud de algunas acciones, de que el tiburón parece en momentos demasiado listo (el de Spielberg también lo era). Pero es algo que no debe obviar el hecho de que estamos ante uno de los mejores films de suspense y tensión en años y encima es obra de un director patrio.