martes, 6 de julio de 2010

CINE CLASICO: EL APARTAMENTO


Lo primero que debo decir es que estamos ante la absoluta obra maestra del gran Billy Wilder.

"El apartamento" es la crónica amarga en clave humorística de las miserias de un pobre trabajador necesitado de promoción profesional.
Al personaje que interpreta Jack Lemmon no se le ocurre nada mejor que ceder su apartamento a los jefes que lo necesitan para dar salida a sus infidelidades.

Pocas películas como "El apartamento" van tan rápidamente de la comedia al drama sin provocar en el espectador otra cosa que emoción y un regusto amargo.

Un retrato agridulce de dos naufragos de una sociedad hipócrita y cruel, de víctimas y aprovechados, que sufren las consecuencias de la soledad y el desamor, que cuenta con uno de los guiones más perfectos escritos para el cine, con el que ries y lloras a partes iguales...

Lleno de perlas en cada linea: "cuando una se enamora de un hombre casado no debería ponerse rimmel", juegos de palabras, diálogos, frases y situaciones geniálmente enlazadas (como todas la referente al espejo roto olvidado por Fran en el apartamento de Baxter).

Cuenta además con una elegante puesta en escena en blanco y negro y una maravillosa banda sonora de Adolf Deustch.

Como dice Carlos Boyero en El Pais: "No conozco ninguna película tan romántica, realista, soñadora, triste, mordaz, sensata, cabrona y bonita como ésta."

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