De un tiempo a esta parte muchas de las series de televisión
que vemos tanto en cadenas públicas, privadas o incluso en plataformas
digitales han gana do en calidad, tanto en el
apartado técnico como artístico. Nos encontramos por un lado con grandes superproducciones
que no envidian para nada a las películas estrenadas en cine, como también
trabajos con grandes guiones y elenco de actores de primer nivel.
Últimamente me he aficionado a algunas que llevan en cartel
varias temporadas, así como de otras nuevas o ya finalizadas.
Juego de tronos. Mezcla magistral del mundo de Yo Claudio,
con sus intrigas, engaños y ansias de poder, con el universo fantástico de
espada y brujería del mejor Robert E. Howard. No ha bajado para nada el interés
y cada temporada que termina mejora a la anterior.
The walking dead, Actualización notable, con mucho gore y
profundidad, del cine clásico de muertos vivientes, quizá el peso de las
temporadas le estén pasando factura, pero sigue manteniendo su interés.
True Detective, Esta serie consta hasta ahora de solo dos
temporadas, el problema es que la calidad entre ambas dista bastante, siendo la
primera temporada de una calidad sorprendente y la segunda simplemente
aceptable. Menos mal que no tienen nada que ver y lo único que tienen en común
es el título.
Ahora toca hablar de las finalizadas.
Breaking Bad. Quizá la serie de las series, notable e
incluso sobresaliente en todas y cada una de sus temporadas, un guión y unas
interpretaciones magistrales y un actor único que nos regaló un personaje para
la historia: Bryan Cranston como Walter White / Heissenberg.
Fringe. Otra gran serie, en este caso de ciencia ficción,
con un trío de protagonistas de lo más dispar donde destacaba por encima de los
demás un gran John Noble como el inolvidable doctor Walter Bishop.
The killing. Serie policiaca más intimista, constó de
cuatro temporadas divididas en una primera que nos recordaba bastante a Twin
peaks y tres posteriores que se sumergieron en terrenos mas sórdidos y
oscuros. Estupendo dúo protagonista con una gran química. Una serie a
reivindicar.
Series de nueva creación, que han supuesto una bocana da
de aire fresco, ya que se salen de lo habitual dentro del género al que pertenecen:
He descubierto un producto que podríamos englobar dentro del
término miniserie: Olive Kitterigde, una pequeña joya con una factura
novedosa y una calidad e interpretaciones sobresalientes.
También he aplaudido
y me he sorprendido ante una propuesta tan interesante, entretenida y valiente
como El ministerio del tiempo, serie de producción propia que mezcla historia,
drama, comedia, acción y ciencia ficción.
Vamos, que las series están en alza y eso es una gran
noticia.
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