miércoles, 30 de junio de 2010

CINE CLASICO: LOS SANTOS INOCENTES


Drama social en estado puro. La opresión, la tiranía y la humillación que ejercen unos hombres sobre otros, a los que no debían considerar estrictamente como seres humanos, de otra forma resulta imposible comprender el grado de desprecio ejercido sobre estos santos inocentes.

Resulta desgarradora, de principio a fin. La realidad de estos personajes, sometidos a los dueños de la España reciente, provoca rabia, incluso malestar.

La hipocresía, la ausencia de humanidad, crueldad, ridiculez,condescendencia.... de estos llamados señores, que eran cualquier cosa menos eso, queda retratada de forma magistral.

Es difícil a estas alturas hablar de la excelencia de Rabal y Landa. Ambos estan sublimes de principio a fin.
Landa arranca lágrimas durante toda la película. Por momentos parece un animal progamado para satisfacer de forma automática cualquier necesidad que se le ocurriera a su amo. En otros parece un hombre tan lúcido y consciente de su situación, que su resignación y lo aceptado de su vida y destino.

¿y Rabal? solo decir que es de los pocos actores que han conseguido que veas solo al personaje, que te creas totalmente que es retrasado, que es Azarías, que le veas grandón, desgarbado, con ese corretear propio de los enfermos mentales, único.

Terele Pavez es la mejor Régula posible, triste, digna, dura y resignada a partes iguales.

Estupendísimo, como siempre, Juan Diego. En estado de gracia interpretando al repulsivo señorito Iván. Con esa falsa relaccion de colegueo con Paco mientras le interesa y le es útil y luego despreciándolo cuando no le sirve.

A reseñar al gran Agustín Gonzalez como el mayoral de la finca. Es el retrato de un pobre hombre, un santo inocente mas,en cierta forma su vida es mas miserable que la de estos, aunque coma en la mesa de los señores. Sometido también a su yugo.


Aunque es durísima, mucho mas es no haberla visto aún.
Inolvidable. Obra maestra.

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