jueves, 5 de noviembre de 2015

BONE TOMAHAWK

En muchas ocasiones la mezcla de géneros no suele funcionar. Más aun cuando dichos géneros distan tanto, cosa que pasa en esta película. Pero en Bone Tomahawk todo encaja como un reloj: por un lado el film es deudor del mejor western clásico, en la línea  por ejemplo de "Rio Bravo" y por otro podíamos acordarnos de la  impresionante y terrorífica El guerrero nº 13.
La película cabalga entre estos dos mundos tan diferentes con
 una seriedad pasmosa, consiguiendo un trabajo áspero, duro  y sin concesiones.
Sorprende ver que es la ópera prima de su director, ya que los cineastas en sus primeros trabajos adolecen de fallos provocados por la inmadurez y en ocasiones una resolución atropellada suele mermar sus obras, aquí lo que brilla es lo contrario, el film es sosegado, digamos que se va cocinando a fuego lento, todo un homenaje a los western clásicos de Ford, pero con un memorable capítulo final que se sale de lo
previsto y nos golpea de una manera tremenda.
La violencia es concisa pero muy gráfica, nada de planos largos ni efectos visuales a cámara lenta, nada de eso, es realista al máximo.
Además de todo esto, cuenta con un cuarteto protagonista en estado de gracia,  sobresaliendo unos inconmensurables Kurt Russell y Richard  Jenkins que nos recuerdan a aquella inimitable y entrañable pareja que formaban Walter Brennan y John Wayne.
Bone Tomahawk no es un film para todo tipo de público pero seguramente para muchos, entre los que me incluyo, ya es un film de culto

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