MIENTRAS DUERMES

Después de ver esta absoluta maravilla uno se sorprende al ver donde un buen director y un genio de la interpretacion te pueden hacer llegar: por momentos llegas a ponerte del lado del tipo mas deleznable del mundo, le acompañas en sus enfermizas hazañas y en el fondo, muy en el fondo, deseas que le salga bien, que no le "pillen"...

César es una persona incapaz de ser feliz, por más que lo haya intentado y eso le consume. Por ello, su mayor cometido en la vida, es que los demás no lo sean y como el bien dice "pone todo su empeño en ello".

Jaume Balagueró nos regala su tercera obra maestra, después de "Los sin nombre" y "Rec", una película que no dejará indiferente a nadie y que se te queda en la retina durante mucho tiempo.

Estamos ante un thriller psicológico con toques de grandes genios como Polanski o Hitchcock, El director crea un personaje como César, inquietante, contenido y complejo, de manera impecable gracias al increíble trabajo de Luis Tosar.

Balagueró mantiene el pulso y la intriga sin descuidar en ningún momento a sus personajes. La película va creciendo y evolucionando lentamente creando un crescendo terrorífico y malsano llevándonos a una parte final inolvidable.

Pero el mérito no es todo de la excelente dirección, Luis Tosar devora al espectador plano a plano. El ganador del Goya por su papel en "Celda 211" y la brutal "Te doy mis ojos" vuelve a sentar cátedra con un personaje complejo, adorable y psicopáta, que (hay viene lo dificil) consigue crear un vínculo emocional contigo. César no creo que provoque simpatía a nadie, pero aún así, nos mantiene en vilo con la posibilidad de que algo le salga mal.
El gran acierto de "Mientras duermes" reside en que el espectador es el mayor cómplice del villano, sufre con él, y por momentos, por él.